Add parallel Print Page Options

Cierto día Rut, la moabita, dijo a Noemí:

— Déjame ir al campo, a recoger espigas detrás de aquel que me lo permita.

Noemí le contestó:

— Vete, hija mía.

Rut se marchó a espigar al campo detrás de los segadores y por casualidad se encontró en una finca de Boaz, el pariente de Elimélec. En esas, Boaz llegaba de Belén y saludó a los segadores:

— ¡Que el Señor sea con ustedes!

Y ellos le contestaron:

— ¡Que el Señor te bendiga!

Read full chapter